Juan Goytisolo: memoria y exilio
El destino de todo intelectual ha sido y es el exilio. Un concepto de intelectual vinculado al esclarecimiento filos贸fico, po茅tico, art铆stico y tambi茅n pol铆tico. Un concepto de acci贸n intelectual simb贸licamente comprometida con la b煤squeda de la verdad y la comunicaci贸n de los avatares de esta voluntad de verdad. Y un exilio sin retorno.
El destino de todo intelectual espa帽ol ha sido el exilio. Bartolom茅 de las Casas fue un exiliado en raz贸n de su origen jud铆o y de su cristianismo reformista. El Inca Garcilaso fue un exiliado porque vincul贸 las cosmolog铆as de su origen inca con la filosof铆a cabalista de otro exiliado ib茅rico: el fil贸sofo sefard铆 Leone Ebreo. Cervantes fue un exiliado por estar demasiado cerca del humanismo isl谩mico y hebreo para el poderoso legado de la Inquisici贸n y la Contrarreforma hisp谩nicas. Fue un exiliado Giuseppe de Rivera, quien llam贸 a Espa帽a madrasta de toda inteligencia. Exiliados paradigm谩ticos en el europeo siglo de las luces fueron Jos茅 Mar铆a Blanco White y Francisco Goya: testimonios del oscuro destino de una Espa帽a entregada a la corrupci贸n de la Iglesia cat贸lica y a una monarqu铆a totalitaria. Picasso fue otro artista hisp谩nico exiliado. Y los dos intelectuales que dieron forma literaria a la recuperaci贸n y revisi贸n de una historia espa帽ola proscrita en nombre de las ficciones nacionalcat贸licas, Am茅rico Castro y Vicente Llor茅ns, han sido dos grandes exiliados de Princeton. La tradici贸n de los exilios hisp谩nicos no termina en modo alguno con ellos.
El exilio, en el sentido transitivo de exiliar, es un acto de intolerancia. Y la segura garant铆a de la perpetuaci贸n de esta misma intolerancia 鈥 y de la imbecilidad colectiva que salvaguarda. En la Historia de Espa帽a se ha exiliado todo lo que es diferente a un principio dogm谩tico elevado a verdad absoluta: un solo dios, una ley fijada para la eternidad, una fe e identidad totales, un principio imbatible de autoridad patriarcal... Esos exilios excluyen la reflexi贸n, la cr铆tica y la voluntad de reforma como mera disidencia. El exilio ha sido el arma bajo la que sucesivas inquisiciones han mantenido la identidad inmaculada de una Espa帽a petrificada en trascendencias heroicas, conquistas m铆sticas, y un bendito atraso intelectual y moral.
La obra literaria, ensay铆stica y period铆stica de Juan Goytisolo ha sido una continua confrontaci贸n con las expresiones intelectuales y la voluntad pol铆tica de esta intolerancia. Confrontaci贸n con el nacionalcatolicismo espa帽ol del siglo veinte y sus sucesivas vindicaciones de identidades inmaculadas y cristalinas por Ganivet, Unamuno, Maeztu, Ortega... Resistencia contra el franquismo como la manifestaci贸n criminal de esa misma intolerancia. Una oposici贸n a la mezcla de arrogancia y provincianismo que han distinguido tanto la derecha como la izquierda espa帽olas hasta el d铆a de hoy. Rechazo de la homofobia alentada por las elites falangistas y postfalangistas.
Tres momentos capitales en el pensamiento literario y ensay铆stico de Goytisolo: la recuperaci贸n de la memoria isl谩mica como legado fundamental de las culturas, las lenguas y las religiones ib茅ricas; su identificaci贸n de Jos茅 Mar铆a Blanco White, el intelectual esclarecido que abandon贸 el sacerdocio y la Iglesia, rompi贸 con las debilidades de las Cort茅s de C谩diz, se embarc贸 como exiliado de la Espa帽a negra en una fragata brit谩nica, y en Inglaterra se uni贸 a los l铆deres m谩s esclarecidos de la lucha por la Independencia de Hispanoam茅rica; y en tercer lugar, un 鈥渃ompromiso鈥 intelectual que une la literatura con una experiencia humana transformadora, que debate y provoca una conciencia p煤blica abierta a los dilemas del mundo en la tradici贸n del humanismo moderno de Lessing, Thomas Mann o Rabindranath Tagore.
Este parti pris le puso a Juan Goytisolo contra las cuerdas de la pol铆tica diaria y la historia real: a sus parodias del franquismo le siguieron las miradas oblicuas a una problem谩tica transici贸n, para acabar con la profec铆a negativa tanto en sus novelas como en sus ensayos sobre el declinar de occidente bajo la bandera de sus prejuicios y sus guerras globales. Y pas贸 de un exilio fascista al exilio de la democracia neoliberal; y de Par铆s a Marrakech.
En primavera de 1997 invit茅 a Juan Goytisolo a trav茅s dc la New York University. Conseguimos reunir a su entorno a las escasas voces l煤cidas del hispanismo estadounidense, y en los convites que le siguieron en a帽os sucesivos se estableci贸 un di谩logo abierto entre historiadores y estudiantes del mundo isl谩mico y del mundo hisp谩nico. En aquella primera ocasi贸n organizamos un debate en el que Goytisolo mediaba entre Susan Sonntag y Edward Said. Fue uno de los 煤ltimos debates intelectuales y p煤blicos celebrados en New York ante la cat谩strofe que entonces se avecinaba. Y un sonoro coronamiento que los frailes de Madrid no pudieron ocultar.
De 谩nimo luchador, con 茅l y un pu帽ado de amigos organizamos una serie de debates en New York, Londres y Madrid, y en la Al-Akhawayn University, en Ifrane, Marruecos. Algunos de esos eventos fueron masivos. El motivo que vindic谩bamos eran dos nombres destacados del reformismo de la historia espa帽ola en el exilio norteamericano: Am茅rico Castro y Vicente Llorens (el primero, un defensor de la identidad isl谩mica y jud铆a de la cultura filos贸fica, literaria y art铆stica de la Pen铆nsula ib茅rica; el segundo, descubridor de Blanco White y los liberales espa帽oles exiliados por la monarqu铆a borb贸nica del siglo diecinueve).
Despu茅s de todo, fue un feliz fin de siglo. Las fuerzas del mal nos rodeaban por todas partes, pero todav铆a tuvimos la energ铆a suficiente para formular un programa de di谩logo e integraci贸n de culturas, religiones y lenguas, de burlar la indigencia intelectual espa帽ola que hab铆a culminado en la celebraci贸n del centenario del Imperio hispano-cristiano en 1992 y, acto seguido, de la generaci贸n del 98, pat茅tico testimonio de la ca铆da estrepitosa de ese mismo criminal imperio. Pudimos vislumbrar la posibilidad de un di谩logo intelectual a lo ancho de Am茅rica latina, 脕frica y Europa. Pero la fiesta termin贸 muy pronto. En la academia y fuera de ella se impusieron globalmente 鈥渢iempos de silencio鈥.
En un gesto no exento de iron铆a hacia los monaguillos intelectuales del Madrid postmoderno, Carlos Fuentes decidi贸 incluir la obra de Juan Goytisolo en su ensayo general sobre la literatura latinoamericana del siglo XX. La relaci贸n de Goytisolo con la historia, las sociedades e incluso la literatura latinoamericanas fue m谩s bien espor谩dica. Sin embargo, su obra solo puede comprenderse desde la tradici贸n de reforma de la memoria, y de resistencia simb贸lica y pol铆tica que ha constituido el n煤cleo espiritual de la gran literatura latinoamericana a lo largo de las vicisitudes del siglo veinte: M谩rio de Andrade, Juan Rulfo, Jos茅 Mar铆a Arguedas, Augusto Roa Bastos, Miguel 脕ngel Asturias鈥
Eduardo Subirats >>